Acerca del proyecto

El proyecto Huevoneando surge del juego de palabras común en la cultura popular nacional del doble sentido, en el que la primera significación pretende la no actividad en un contexto coloquial, por otra parte lo que el proyecto en realidad pretende es poner a trabajar a los jóvenes sobre un soporte que no posee una amplia trayectoria en las concepciones tradicionales del arte.

Es así como la utilización del huevo como soporte formal tridimensional de graffitis pone en un primer momento la consideración no plana de un diseño que ha de adaptarse a un formato volumétrico de características inusuales al sostener una propuesta bidimensional, considerando las nuevas necesidades compositivas requeridas. Al tratarse de una obra plana que deberá considerar un diseño envolvente no frontal. Por otro lado el huevo es una de las formas naturales más significativas y su relación con el graffiti consideraría una relación aparentemente disfuncional, lo que ha de enriquecer la propuesta.

La estructura del huevo es una forma cerrada, volumétrica, muy resistente en los polos y muy frágil al centro, pero es desde dentro como posee la mayor fragilidad, al permitirle al ave salir fácilmente. Al utilizar esta forma como soporte gráfico pictórico, se descontextualiza el objeto de su función original como contenedor o embalaje y pasar a ser soporte de una obra. Asimismo, en el ejercicio de encontrar un objeto y tomarlo como parte de una obra que a su vez considera sus características formales y estructurales, liga el presente proyecto con el dadaísmo y las propuestas de Fabergé en la conformación de piezas de arte.

A diferencia de los ejemplos citados, en Huevoneando se plantea el ejercicio lúdico creativo y la necesidad de encajar ambos, objeto y diseño, para proponer mediante los recursos discursivos del graffiti. A través del tiempo, el graffiti se ha visto como un medio de comunicación que conjuga la escritura y su diseño tipográfico, el dibujo y la pintura en una sola manifestación indisoluble que toma la función social de expresión de ideas y las tendencias de moda de las generaciones jóvenes en las ciudades, usando espacios públicos, generalmente sin autorización, de gran formato y/o monumentales en lugares, algunas veces inaccesibles, poniendo en riesgo su seguridad y atentando contra la ley.

En Huevoneando se replantean estas situaciones para formalizar y desaparecer los aspectos negativos del graffiti, conservando sólo sus cualidades estéticas, magnificándolas en un ejercicio de disfrute y difusión del trabajo producido colectivamente. También así pretende explorar nuevos soportes y formatos en el sentido de difundir y promocionar este tipo de trabajo por sobre la saturación de imágenes publicitarias que permitirán consolidar un lenguaje generacional basado en sus características visuales. Huevoneando consiste en 400 piezas elaboradas a partir de cascarones rellenos de yeso y policromados con técnicas mixtas.